Quien se une a una pareja se une tambien a su sistema familiar. En una pareja no solo hay solo dos personas dentro, sino todo un sistema. Desconocer, repudiar, ignorar, ser desleal a cualquiera de los dos sistemas es desdeñar nuestras raíces y un árbol sin raíces no es capaz de dar frutos. Cualquier signo de prosperidad no es sino el chispazo de un foco a punto de fundirse "relumbrones". La familia de la pareja es nuestra familia de acogida y al igual que la de origen la ha escogido nuestra alma siguiendo mandatos sagrados. El ego podrá desestimarla, pero el alma no. Y como todo sistema " lo que no se ordena, el sistema lo ordenará" Las cosas se corrigen de dos maneras: con amor o con dolor. Uno siempre elige: el ego o el alma.